Proporcionarle a los niños breves ráfagas de felicidad al darles un dulce o quizás regalarles un juguete es fácil, sin embargo, ¿cómo poder entregarles felicidad genuina a sus vidas y que ésta se mantenga en el tiempo?

Según indicó Yahoo, la clave es desarrollar los recursos internos de los niños, las que resumen en 5 puntos escenciales:

1- Déjale tiempo para el “juego libre”:

El “juego libre” es el tiempo no estructurado para que un niño use su imaginación sin otra persona que los intervenga en ese proceso, actividad necesaria para el desarrollo de los pequeños. A través de esto, los niños pueden descubrir lo que le trae alegría, conectarse con su verdadero yo y saber qué es lo que les gusta. Esto les será muy últil a la hora de elegir aficiones.

2- No olvides la conexión mente – cuerpo:

Las horas de sueño, ejercicio y la alimentación saludable están directamente relacionadas a los estados de ánimo de los niños, es por esto que debes hacer que se duerman a una hora producente, darle oportunidades para que haga ejercicio y lo aprecie, además de evitar la comida chatarra lo más que se pueda.

3- ¡No robes sus problemas!

Si tu hijo tiene dificultades para alcanzar el interruptor de la luz o algún objeto que está a una distancia difícil de llegar, ¡no interrumpas! Deja que él resuelva ese problema, lo que no significa que no le estás dando su apoyo. De esta forma, tu pequeño se podrá valer por sí mismo, y aprenderán nuevas habilidades, como sobrellevar situaciones complejas.

4- No temas en preguntarle por su estado de ánimo:

Esto no debe por qué ser complicado, aunque sí te resulta un poco incómodo, sólo debes abordarlo con una pregunta sencilla como “te veo un poco desanimado, ¿hay algo de lo que te gustaría hablar?”. Luego sólo queda escucharlo, y si no se abre tan fácilmente, entonces sólo dale un poco de espacio. Si no quiere conversarte sus problemas, entonces no seas insistente, y trata de convencerlo de otra manera para que se exprese.

5- Permite que sus sentimientos fluyan:

No sólo queremos que nuestros niños estén y sean felices, sino que también actúen de ese modo. Puede ser molesto y hasta vergonzoso cuando un pequeño llora en un lugar lleno de gente, pero si le pides que sonría en ese momento, invalidarás lo que realmente siente.

En este caso es preferible ayudarlo a identificar lo que siente verdaderamente, y hacerle saber que no es malo sentir diferentes emociones en distintos momentos. Irónicamente, ser capaz de lidiar con los sentimientos más duros, permitirán llevar una felicidad más genuina a través de su vida.