Al menos 63 personas murieron en varios ataques el viernes, uno de ellos suicida, contra comisarías e iglesias en la ciudad de Damaturu, en el noreste de Nigeria, informó este sábado un responsable de la Cruz Roja.

“Hemos confirmado 63 muertos”, declaró el responsable, que requirió el anonimato. Anteriormente, un abogado de esa ciudad había contabilizado 60 cadáveres en la morgue de un hospital.

Fuentes locales indicaron que, además, cientos de personas resultaron heridas cuando los agresores atacaron la sede de la policía, así como tres comisarías y seis iglesias en Damaturu el viernes por la noche.

Uno de los ataques fue cometido por un kamikaze, que lanzó su vehículo lleno de explosivos contra un inmueble de la policía.

“Fue un ataque suicida con bomba contra uno de nuestros inmuebles. El agresor vino a bordo de un coche e ingresó en el inmueble, y los explosivos estallaron”, dijo por teléfono el jefe de la policía del Estado de Yobe, Suleimon Lawal.

Ningún grupo reivindicó los ataques, pero residentes de Damaturu acusan a la secta islamista Boko Haram, basada en la localidad cercana de Maiduguri, donde un ataque suicida causó el viernes daños en una instalación militar.

Esta secta, cuyo nombre significa “la educación occidental es un pecado”, opera en el norte del país, mayoritariamente musulmán, pero con algunas comunidades cristianas.

Boko Haram reivindicó el ataque con explosivos el 26 de agosto pasado contra la sede de Naciones Unidas en la capital Abuja, que causó 24 muertos.

Nigeria es el país más poblado de África, con 160 millones de habitantes.