México asumió este viernes la presidencia del G-20, grupo formado por los países emergentes y desarrollados más poderosos del planeta, al término de la cumbre de jefes de estado celebrada el jueves y viernes en Cannes, sureste de Francia.

México sucede a Francia, que culminó su presidencia con la Cumbre de Cannes, que estuvo centrada en la crisis de la deuda en Europa, en particular en Grecia, y el riesgo de que se contagie a Italia.

La próxima reunión de mandatarios se celebrará el 18 y 19 de junio en el balneario mexicano de Los Cabos (Baja California).

México, que asumirá la presidencia por un año, se convierte así en el primer país latinoamericano en presidir este selecto club que también alberga a Argentina y Brasil y que empezó a reunirse de manera sistemática en diciembre de 2008 en Washington (EEUU).

El próximo anfitrión, el presidente mexicano Felipe Calderón, dio algunas indicaciones en Cannes sobre cuál serán los principales puntos de la agenda mexicana al denunciar la guerra de divisas, especialmente la manipulación de la moneda china, así como el proteccionismo.

También tendrá que lidiar con la crisis de la deuda, que ha marcado la presidencia francesa, y otros puntos pendientes como la introducción de una tasa a las transacciones financieras o la reforma del sistema financiero internacional.