La ley que autoriza por primera vez en medio siglo la compraventa de viviendas a ciudadanos en Cuba fue valorada este viernes como un “paso positivo” por el secretario de Estado adjunto estadounidense William Burns.

“Lo vemos, si se pone en práctica, como un paso positivo en el camino de permitir a los cubanos una mayor libertad a la hora de determinar su futuro”, declaró Burns al Consejo de Asuntos Exteriores de Estados Unidos (World Affairs Council of America) en un discurso sobre política exterior.

“Más ampliamente, el relacionamiento sigue siendo extremadamente complicado, continuamos teniendo serias preocupaciones sobre el comportamiento del régimen de La Habana”, añadió el número dos de la diplomacia estadounidense al responder sobre qué pasos estaba llevando a cabo Washington para normalizar sus lazos con Cuba.

“Deniegan derechos y oportunidades básicas a su propio pueblo y es una relación muy complicada de gestionar”, explicó Burns.

La nueva legislación, que fue publicada el jueves en el diario oficial Granma, que se aplicará a ciudadanos cubanos y residentes permanentes en la isla, permite la compraventa de propiedadeas, así como donaciones y permutas entre particulares.

Largamente esperada por la población, la nueva normativa forma parte de las reformas aprobadas en abril por el VI Congreso del gobernante Partido Comunista (único) para dinamizar la maltrecha economía de la isla y reducir un déficit estimado en medio millón de viviendas.

Las reformas, que incluye la legalización del trabajo privado y la compraventa de automóviles, han sido puestas en vigor gradualmente por el presidente Raúl Castro luego de que su hermano Fidel le cediera el poder en 2006 por graves problemas de salud.