Edison Peña, uno de los 33 mineros chilenos rescatados de manera milagrosa en 2010, volverá a correr el domingo el maratón de Nueva York tras su mediática experiencia el año pasado, esta vez con el objetivo de dejar atrás sus problemas con las drogas y el alcohol.

“El último año ha sido muy difícil”, recordó un taciturno Peña en una conferencia de prensa el jueves en Central Park, donde se refirió a los “muchos errores” que cometió y que lo llevaron a tener que ser internado en un centro de rehabilitación contra las adicciones.

“No quería hablar de esto. Tuve la ayuda de una clínica especializada y un equipo de terapeutas ya me tiene en sus manos, estoy muy bien”, agregó el minero, que se dijo “aliviado” por la menor atención mediática recibida este año, ya que apenas una veintena de periodistas asistió a la conferencia de prensa en lugar de los cientos que hubo en 2010.

Peña, de 35 años, afirmó que el período más difícil del año pasado “fue el de la internación”, ya que ahí “uno se da cuenta de que está divido en dos, una persona normal y un gorila, y a ese gorila hay que tratar de controlarlo”.

Peña es uno de los 33 mineros que fueron rescatados en octubre de 2010 luego de pasar 69 días soterrados en una mina en el norte de Chile. Se volvió famoso porque corría por los túneles de la mina para mantenerse en forma y enfrentar así la situación.

Tras el milagroso rescate que fue seguido en directo por televisión en todo el mundo, los organizadores de la famosa maratón neoyorquina lo invitaron a ver la carrera, pero Peña fue mucho más allá y aceptó el desafío de correr, a pesar de una lesion en la rodilla que lo tuvo a maltraer.

El minero completó el recorrido en 5 horas y 40 minutos y fue felicitado incluso por el gobierno estadounidense por mostrar “una historia de verdadera fortaleza personal, desde su entrenamiento en los túneles húmedos y oscuros de la mina de San José hasta cruzar la línea de llegada en Central Park”.

Luego del maratón de Nueva York, Peña corrió en febrero pasado la prueba de Tokio, en la que registró un tiempo de 5 horas, 8 minutos y 19 segundos.

En esta ocasión, el objetivo de Peña es nuevamente “terminar la carrera”, ya que le han diagnosticado una “artrosis en la rodilla”, y mostrar que “podemos caernos y levantarnos de nuevo”.

Para Peña, lo más importante al correr “es lo que se siente después, esa satisfacción que ayuda a alejarse de lo negativo”.

En ese sentido, Peña recordó que algunos de los mineros rescatados aún experimentan “problemas psicológicos” y “no pueden dormir”, y explicó que en el aspecto laboral las cosas no fueron “cómo se pensaba” tras el rescate que tuvo lugar el 13 de octubre de 2010.

“Cada uno está haciendo su vida”, agregó, indicando no haber recibido ninguna ayuda de parte de la compañía minera ni del gobierno chileño.

Durante la conferencia de prensa, Peña se mostró muy tímido y reservado y no quiso acceder a un pedido de la prensa para cantar, a diferencia de 2010 cuando sí se había atrevido con un tema del rey Elvis Presley.