Raúl Olivares, el portero de Colo Colo que terminó jugando el partido ante la Universidad de Chile tras la expulsión de Juan Castillo el domingo pasado, aseveró que la patada que le propinó Albert Acevedo pudo costarle la vida y agregó que castigarlo a estas alturas ya no tiene sentido.

El arquero albo aseguró que se acuerda de todo lo que pasó después del impacto y que sólo en el momento del golpe perdió la noción, pero siguió en cancha para ganar el partido, que finalmente terminó igualado a dos tantos con el autogol de Molinas.

“No me acuerdo del impacto. No sé con qué me pegó. Me sentía mareado, pero me acuerdo de todo lo que pasó después. Tomé un riesgo porque quería ganar y la ‘U’ no hizo nada, sólo esa jugada fortuita”, advirtió.

El “Araña”, añadió que no entiende una mala intención del defensor de la ‘U’, ya que lo conoce y no tiene los ‘papeles manchados’.

“A Acevedo lo conozco hace tiempo y no es un mal tipo. No es mal intencionado. Yo creo que no quiso pegar, pero tiene la responsabilidad de sus actos. Me pudo matar con una patada así. Cuando tomó la decisión de estirar el pie ya no había nada que hacer”, aseveró.

La explicación de la agresividad que se vio en el ‘derby’ del fútbol chileno, se debe a que se calentaron demasiado los ánimos en la previa del partido, según agregó Olivares.

“Creo que influyeron muchos factores acerca de la agresividad. Los clásicos se viven así porque anteriormente se hicieron y se dijeron cosas, lo que puede ser muy peligroso. Incluso se mató gente. Eso no es bueno para el fútbol chileno”, dijo.

El portero deberá estar en reposo algunos días y podría retornar a la competencia en un par de semanas, ya que son varias las zonas comprometidas en la lesión.

“Estaré cerca de dos semanas tratando de recuperarme de la oreja y del esguince en el hombro. En la mandíbula también tengo daño”, señaló.

Olivares agregó que a estas alturas ya no vale la pena una sanción para el defensor azul y que lo justo hubiera sido que Claudio Puga le hubiese mostrado la cartulina roja tras la fea falta.

“No considero que lo castiguen. Tenía que haber sido expulsado en la cancha, lo demás es para amortiguar el golpe nomás. El partido ya fue y si no se cobró en su momento, ya pasó el tiempo de hacerlo”, advirtió.

Finalmente, el portero albo criticó el accionar de los hinchas una vez terminado el partido en la zona de vestuarios.

“El tema de los hinchas no lo avalo. Hay que tomar medidas con respecto a eso, ya que gracias a Dios no pasó a mayores”, afirmó.