El ministro en visita por el accidente aéreo en Juan Fernéndez, Juan Cristóbal Mera, descartó que errores en el diseño del plan de vuelo hayan sido los causantes de la tragedia.

En tanto, el hermano de Rodrigo Cabezón, uno de los fallecidos, manifestó sus cuestionamientos a los procedimientos que permitieron el despegue de la aeronave.

A dos meses del accidente del Casa 212 en Juan Fernández, el ministro que investiga el accidente, Juan Cristóbal Mera, salió al paso de las versiones respecto a las acciones que efectuó la tripulación antes y durante el fatídico vuelo.

Si bien reconoció que detectó errores en el plan de vuelo confeccionado por el teniente de la FACh Juan Pablo Mallea, descartó que haya sido uno de los motivos del accidente.

Asimismo, fue enfático al afirmar que no se tiene constancia que fuera Mallea quien intentó aterrizar en la Isla Robinson Crusoe.

Uno de los que efectuó cuestionamientos al plan de vuelo fue el abogado Alfredo Morgado, que representa a tres de las víctimas desaparecidas del accidente.

En el programa A Toda Radio, el jurista manifestó que los problemas en la elaboración de la ruta a seguir, podrían haber incidido en el desenlace de la aeronave, pues se volaba a baja altitud, un hecho que -a su juicio- resta posibilidades de reacción en caso de alguna falla.

Cuestionamientos a los que se sumó Jorge Cabezón, hermano de Rodrigo, uno de los fallecidos. En conversación con La Radio manifestó su disconformidad a los procedimientos de la FACh, pues si consideraban que el teniente Mallea no tenía la experiencia necesaria no debió permitírsele el despegue.

Cabezón expresó que aún mantienen las esperanzas de que los restos de su hermano sean encontrados. Asimismo dijo no es prudente especular respecto a las circuntancias que rodearon el vuelo hasta que finalice la investigación instruida por el ministro en visita, Juan Cristobal Mera.

Uno de los aspectos analizados en este proceso, se refiere a la autonomía de vuelo, sobre el que se señala que el piso del Casa 212, es en torno a las 5 horas y media. Un aspecto sobre el cual el piloto de ATA, Pedro Forteza, afirmó se cumple bajo la condición de viajar sin pasajeros ni carga.

El piloto, basado en su experiencia, cree será clave el análisis de las aspas de las hélices, pues como se aprecian a simple vista están ligeramente dobladas hacia el motor, lo que significa que o viajaban a baja velocidad o que los motores fallaron y se encontraban apagados.