“¡Oh guau!, ¡Oh guau!, ¡Oh guau!” habría dicho Steve Jobs antes de dejar este mundo. Así lo aseguró la hermana del fundador de Apple, Mona Simpson, durante el discurso que pronunció en el funeral, pero que recién hoy se dio a conocer en New York Times.

De acuerdo a la mujer, Jobs estaba en su lecho de muerte, junto a sus hijos y su esposa, el pasado 5 de octubre cuando sorprendió a todos con sus últimas exclamaciones.

Recordemos que Simpson conoció a su hermano cuando tenía 25 años tras descubrir que sus padres biológicos dieron en adopción al CEO antes de que ella naciera. Luego de eso, Steve mantuvo una relación estrecha con su madre y hermana, pero con su padre nunca se reconcilió.

Mona contó que una horas antes de fallecer, el fundador de Apple la llamó para despedirse por teléfono, ya que ella estaba en Los Ángeles. Pero no se conformó con eso y rápidamente abordó un taxi hasta el aeropuerto para luego viajar a San Francisco, donde estaba su hermano. De este modo, la mujer pudo ver a Steve en sus últimos momentos, mientras éste le ofrecía disculpas por no envejecer juntos.

Según diario El Mundo, Simpson describió a Jobs como un empresario comprometido con su trabajo, pero un hombre cariñoso a la vez. “Era como una chica por la cantidad de tiempo que se pasaba hablando del amor. El amor era la virtud suprema, el dios de sus dioses. Seguía y se preocupaba por la vida sentimental de la gente que trabajaba con él”, fueron algunas de las palabras de la hermana de Jobs durante la ceremonia fúnebre.