Las autoridades colombianas detuvieron a 23 presuntos miembros de una banda criminal al servicio del narcotráfico en un operativo desarrollado en cinco municipios del departamento (provincia) de Nariño -fronterizo con Ecuador-, dijo este miércoles un portavoz policial.

“En las últimas horas se logró la captura de 23 integrantes de ‘Los Rastrojos’, quienes delinquían en Pasto, Ipiales, Llorente, Policarpa y Tumaco y se encuentran sindicados de la comisión de ocho homicidios”, dijo a periodistas el subdirector de la policía colombiana, el general José León Riaño.

Asimismo, los capturados tendrán que responder ante tribunales por delitos relacionados con el “concierto para delinquir, financiación de grupos armados al margen de la ley, porte ilegal de armas, narcotráfico y terrorismo”.

La denominada Operación Troya Pacífico permitió el decomiso de cuatro fusiles, ocho motocicletas y un vehículo, además del desmantelamiento de un laboratorio para el procesamiento de hoja de coca -insumo para la producción de cocaína-.

Según la policía colombiana, ‘Los Rastrojos’, así como otras bandas criminales, denominadas ‘Bacrim’, están integradas en su mayoría por ex paramilitares y narcotraficantes y actualmente son consideradas por las autoridades como la mayor amenaza para la seguridad del país.

Según la ONG Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz, privado), las ‘Bacrim’ se han expandido en los últimos tres años, y actúan en 360 municipios de un total de 1.104 y cuentan con entre 8.200 y 14.500 integrantes.

Estos grupos serían herederos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, extrema derecha) que entre 2003 y 2006 realizaron una negociación de paz con el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), quien les otorgó beneficios procesales a cambio de la confesión de crímenes y la reparación a las víctimas.