El dirigente de los gendarmes que fue acusado de amenazar con un sable al jefe del penal El Manzano, de Concepción, respondió a las acusaciones aseverando que la situación fue exagerada por el alcaide.

Agregó que el aludido estableció un cuestionable sistema de turnos y descansos, que sobrepasa la normativa nacional.

El miembro de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), Oscar Martínez, respondió a las acusaciones formuladas por el comandante Cristian González, jefe del penal El Manzano, quien aseveró que Martínez y otro dirigente fueron a su domicilio para increparlo e insultarlo, incluso hasta con un sable, a propósito de la polémica desatada por el cambio de turnos de la guardia interna del centro penquista.

Martínez admitió que encendió ramas en las afueras del domicilio, una casa fiscal situada a un costado de la cárcel, pero que no eran barricadas. También admitió el episodio del sable, símbolo institucional de mando, aunque descartó amenazas.

El dirigente nacional de la Anfup aclaró que sus críticas no apuntan al sistema de dos días de trabajo por uno de descanso, sino que al abuso que el alcaide de El Manzano ha hecho de éste, imponiendo hasta cuatro días de trabajo consecutivo, lo que impide una vida familiar adecuada al personal. Añadió que licencias médicas crecieron hasta llegar a 26, actualmente.

Asimismo, criticó que el comandante usara a su esposa, embarazada de 5 meses, quien habría sufrido una crisis nerviosa por la situación, como escudo.

Por último, sostuvo que el abuso y descriterio del comandante instauró un pésimo clima laboral y por eso intentó conversar con él en su domicilio.