El presidente de Bolivia, Evo Morales, objetó este martes la vigencia de la Cumbre Iberoamericana y la presencia del rey de España en el mecanismo creado en 1991 e integrado actualmente por 22 países latinoamericanos más Portugal y España.

Luego de la reciente cita organizada a fines de octubre por Paraguay, marcada por la inasistencia de varios mandatarios, “siento que ya está en agonía esta cumbre” anual, dijo Morales en una rueda de prensa en la casa de Gobierno.

El mecanismo, que aglutina a países de habla castellana y portuguesa, fue fundada en vísperas de la celebración de los 500 años del descubrimiento de América.

“Tal vez con motivo de 500 años de resistencia indígena popular han creado esta Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, tal vez a 500 años de invasión del asalto de Europa hacia Abya Yala (como llaman los indígenas al continente americano) era importante (pero) va pasando su tiempo”, sostuvo el gobernante, de raíz indígena aymara.

“Está en decadencia esta cumbre de jefes de Estado (…), es como decir cada año hay que rendir cuentas al rey, en presencia del rey, ¿qué mensaje da eso en Latinoamérica?”, inquirió.

Sin embargo, “saludamos a los distintos países que pueden contar con su monarquía, con su oligarquía, con jerarquía, es un derecho de cada país”, agregó.

“En esta cumbre nos reunimos los países colonizadores con los países colonizados”, había dicho Morales en Asunción.