China dijo que había lanzado con éxito el martes 25 una nave espacial sin tripulantes que intentará acoplarse con un módulo de prueba en órbita, lo que constituye un nuevo paso del programa destinado a dotarse de una estación espacial permanente hacia 2020.

La nave Shenzhou WIII, que servirá de módulo de entrenamiento para las citas espaciales, fue propulsada al espacio desde la base de Jiuquan (noroeste), en el desierto de Gobi, dijo China Nueva.

Posteriormente, el Shenzhou VIII se acoplará a Tiangong-1, un módulo de prueba lanzado el 29 de septiembre pasado, para concretar el primer encuentro espacial, una tecnología crucial en la conquista del espacio.

En 2012, China efectuará otros acoplamientos con dos nuevas naves, sucesivamente Shenzhou IX y Shenzhou X, uno de los cuales llevará tripulantes, anunció el lunes.

De esta forma, China, como sucedió con su primer vuelo espacial tripulado, recupera su atraso tecnológico con relación a Estados Unidos y Rusia, reproduciendo experiencias llevadas a cabo por esos países en los años sesenta.

Por otra parte, Shenzhou VIII efectuará durante sus estadía espacial 17 experiencias diferentes en el ámbito de las ciencias de la vida y de la microgravedad dirigidas por investigadores chinos y alemanes.

“Es la primera vez que una cooperación internacional se lleva a cabo en el marco del programa de vuelo habitado chino en materia de ciencias de la vida en el espacio”, señaló Wu, citada por la agencia oficial china.