El alcalde de Montemorelos, un pueblo del estado de Nuevo León, en el norte de México, salió ileso de un atentado este lunes cuando su camioneta fue atacada en una carretera por un sicario que disparó desde otro automóvil que se les atravesó, informó el funcionario a la televisora Milenio.

El alcalde, Pablo Elizondo, se dirigía a revisar la obra de una represa, cuando “salió una camioneta” y comenzó el ataque.

“Nos atajó el caminó. Yo no esperaba esto. Se empezaron a sentir los golpes en el parabrisas y había un hombre disparando”, según narró.

El funcionario dijo que el jefe de la policía municipal, que lo acompañaba, repelió el ataque y que los agresores huyeron. El vehículo de Elizondo recibió impactos de bala en parabrisas y techo, sin lesionarlo a él o al jefe policiaco, gracias al blindaje.

Hace algunos meses el alcalde recibió en su oficina una corona de flores para difuntos con una amenaza de muerte, y poco después desconocidos arrojaron una granada contra el edificio dejando destrozos, sin que hubiera víctimas.

Elizondo consideró que los ataques son una respuesta a sus acciones contra el crimen organizado. “Ahora es cuando más le voy a entrar. Esto no es un motivo para abandonar mi cargo. No seré intimidado”, sostuvo.

“Me da coraje” porque “esa bola de maricones no puede entrarle sin armas”, dijo notablemente alterado.

Al menos cuatro alcaldes han sido asesinados en México este año, con lo que suman 18 desde 2008.

México vive una espiral de violencia que deja 45.000 muertos, atribuida a la disputa entre carteles de la droga que buscan controlar territorios para cometer sus delitos.