Por lo menos 17 personas -13 militares estadounidenses de la fuerza de la OTAN en Afganistán (ISAF) y cuatro afganos- resultaron muertos este sábado a raíz de un ataque contra un autobús que transportaba fuerzas de esa coalición a Kabul, según balances oficiales.

El ataque, reivindicado por los talibanes, es el más sangriento contra las fuerzas de la OTAN en este país después de la muerte de 30 militares estadounidenses a mediados de agosto, cuando el helicóptero en que viajaban fue abatido en la provincia de Wardak, al sur de Kabul.

Este atentado en Kabul, una ciudad puesta bajo alta seguridad pero donde los talibanes multiplican sus ataques, representa un duro revés para el gobierno afgano y sus aliados de la OTAN.

“Según las primeras informaciones, 13 militares de la OTAN han resultado muertos” en el atentado, dijo a la AFP un vocero de la ISAF quien sin embargo se negó a identificar la nacionalidad de las víctimas fatales o la existencia de heridos.

En Washington, sin embargo, un alto responsable de sector de Defensa dijo a AFP que los 13 militares muertos eran todos estadounidenses. El número de víctimas “podría aún aumentar”, añadió la fuente.

A este balance trágico se suma la muerte de tres militares australianos de la ISAF, abatidos el sábado por un soldado afgano en la provincia meridional de Oruzgan.

Estos tres militares australianos daban entrenamiento a hombres del ejército nacional afgano (ANA), dijo a la AFP el general Abdul Hameed, jefe del 205º cuerpo del ejército, que opera en las provincias del sur del país.

El agresor, quien hirió a otros seis militares australianos y un militar afgano antes de ser muerto, pertenecía al ejército desde hace tres años, según el general Hameed.

En tanto, el ministerio del Interior informó que tres civiles y un policía afgano murieron en el atentado en Kabul, perpetrado con un automóvil bomba conducido por un suicida en las proximidades del antiguo palacio real de Dar-ul-Aman, destruido durante la guerra civil en la década de 1990.

El director del hospital Istiqlal, Mohammad Ali Eshan, indicó que ocho afganos habían sido heridos y recibían atención médica.

Un testigo dijo a la AFP que presenció “una enorme explosión”. El estallido proyectó el autobús, aparentemente blindado, hacia una calle paralela a la arteria principal, donde el cráter era claramente visible, constató un periodista de la AFP.

Los insurgentes talibanes, que combaten el gobierno de Kabul y sus aliados de la OTAN desde que fueron desalojados del poder en 2001, reivindicaron el atentado mediante un mensaje de teléfono celular enviado a la AFP por su portavoz habitual, Zabihullah Mujahid.