El partido que debían jugar el próximo domingo San Lorenzo y All Boys por la 13a fecha del torneo Apertura argentino fue postergado por la agresión que sufrió el miércoles durante la práctica del primer equipo el defensor Jonathan Bottinelli por parte de ‘barrabravas’ (hinchas violentos).

La postergación, sin una nueva fecha aún definida, fue decidida por el ministerio de Seguridad, como medida preventiva, pese a que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) pretendía que se respetara la fecha original.

“Recibimos la notificación en la que fuimos informados de que el partido entre San Lorenzo y All Boys no se juega y acataremos la decisión”, informó Miguel Silva, secretario de la AFA.

Según una fuente del ministerio de Seguridad citada por el diario La Nación, “la nueva fecha la informará la AFA y dependerá del plan de seguridad integral que tendrá que presentar San Lorenzo y de las acciones judiciales que comience el club”.

Bottinelli fue agredido el miércoles por tres miembros de la barra brava de San Lorenzo, que irrumpieron en la práctica a puertas cerradas del plantel dirigido por Omar Asad en una de las canchas auxiliares del Nuevo Gasómetro.

“Ha fallado la seguridad y entraron personas que no tenían nada que hacer en el entrenamiento. Este delito es privado y la denuncia sólo la puede hacer el jugador. San Lorenzo se va a presentar ante la Fiscalía para que la Justicia investigue los hechos”, admitió el presidente de San Lorenzo, Carlos Abdo.

El hecho trascendió las puertas del club, ya que el jugador pidió el respaldo del sindicato Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), que a su vez llevó su preocupación al ministerio de Seguridad.

“Recurrimos al Estado porque es el que nos puede ayudar. Tenemos la promesa de que surgirá una solución para cuidar la integridad física de los trabajadores”, dijo el titular de FAA, Sergio Marchi.

Tras 12 fechas del campeonato, San Lorenzo está decimosegundo en la tabla con 14 puntos, la mitad de los que suma el líder, Boca Juniors, y la mala campaña genera malestar entre los hinchas.

Jorge Aldrey, vicepresidente del club, lamentó la suspensión del partido al sostener que “las garantías para jugar con público están dadas”.

“Si digo que nunca los vi, a los barras, estoy mintiendo. Lo que falló fue la seguridad y ya tomamos medidas. Es producto de un error de seguridad, nada más. Si de acá en más se pretende que seamos los Quijotes y cambiemos una realidad que se vive hace años en el fútbol argentino, estamos equivocados”, afirmó.