Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a 35 civiles este viernes, en una de las jornadas más violentas desde hace semanas y en la que la oposición convocó una manifestación a favor de una zona de exclusión aérea para poner fin a la sangrienta represión.

La mayor parte de las víctimas fallecieron en las ciudades de Homs y Hama (centro del país), dos de los principales focos de contestación al régimen del presidente Bashar el Asad, cuando las fuerzas de seguridad dispararon con fuego real para dispersar a los manifestantes.

“Doce civiles murieron en diversos barrios de la ciudad de Hama, otros 20 en Homs y uno en Quseir, en la región de Homs”, escenario de operaciones del ejército desde hace semanas, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Otros dos civiles murieron y 10 fueron heridos por los disparos de las fuerzas de seguridad en Tsil, en la provincia de Deraa (sur).

“Más de un centenar de personas resultaron heridas este viernes en Siria. Y 500 han sido detenidas en todo el país”, aseguró a la AFP el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Este opositor precisó que Homs “ha dado el 40% de los mártires de la revolución siria”, iniciada el 15 de marzo y cuya represión, según la ONU, provocó ya más de 3.000 muertos.

Como cada viernes desde mediados de marzo, numerosas manifestaciones fueron convocadas a la salida de las mezquitas, tras la oración de mediodía.

Sólo en el barrio de Deir Balaa, en Homs, más de 20.000 personas reclamaron la caída del régimen, según los militantes.

La oposición prodemocrática había lanzado un llamado a través de las redes sociales para manifestarse este viernes “a favor de una zona de exclusión aérea”, similar a la llevada a cabo por la OTAN en Libia, “con el fin de permitir al ‘ejército sirio libre’ actuar con mayor libertad”.

Este “ejército libre” es una fuerza armada de oposición creada en julio por el coronel Riad al Asaad, que desertó de las fuerzas armadas sirias y se refugió en Turquía.

Las deserciones y los enfrentamientos entre soldados del ejército regular y desertores se han multiplicado en las últimas semanas. Según el OSDH, este viernes hubo enfrentamientos en Hama entre presuntos desertores y miembros de las fuerzas de seguridad.

En Damasco, pese al despliegue masivo de las fuerzas de seguridad, decenas de jóvenes desfilaron a favor de la libertad en el barrio de Barzé. Más de 40 participantes fueron detenidos, según la OSDH.

En el histórico barrio de Salhie, en pleno corazón de la capital, las mezquitas quedaron rodeadas por las fuerzas de seguridad para impedir manifestaciones.

Por otro lado, el ministerio de Asuntos Exteriores español convocó este viernes al embajador de Siria en Madrid, Hussamedin Ala’a, para trasladarle “la preocupación del gobierno español ante las reiteradas denuncias de ciudadanos sirios e hispano-sirios, opositores al actual régimen, sobre supuestas acciones realizadas por miembros de la Embajada en claro abuso de su estatus”, según un comunicado.

Amnistía Internacional denunció a principios de octubre que opositores sirios en Europa y América son “sistemáticamente vigilados y hostigados” por los funcionarios de las embajadas sirias en más de 30 países.