Aslan Tcherkessov, un joven originario del Cáucaso ruso, fue condenado este viernes por un tribunal de Moscú a 20 años de reclusión por el asesinato a finales de 2010 de un hincha de fútbol, lo que provocó una ola de manifestaciones xenófobas en toda Rusia.

De 27 años y procedente de Nálchik, capital de la República de Kabardia-Balkaria, Tcherkessov cumplirá su condena en un campo de reclusión de duras condiciones, según indicó el tribunal.

Cinco acusados, también originarios del Cáucaso, implicados en el enfrentamiento violento del pasado 6 de diciembre de 2010 con una decena de hinchas del Spartak de Moscú en el que perdió la vida Egor Sviridov, fueron condenados a cinco años de cárcel.

Al término del proceso judicial, el abogado de Tcherkessov, Dmitri Pankov, anunció que iba a presentar un recurso ante una sanción en la que según él, se quiso hacer del castigo a su representado “un ejemplo”.

La fiscalía había pedido 23 años de cárcel contra el principal acusado y ocho años de prisión para los otros implicados.

Ante la decisión de la justicia, la fiscalía mostró su satisfacción, al igual que la viuda del fallecido, Yana Falaleeva.

“Merecieron esas penas”, declaró Yana Falaleeva, al término del proceso judicial. En la pelea que costó la vida a su marido, éste murió al ser víctima de unos disparos de un arma de autodefensa (que disparó balas de caucho).

Este homicidio generó una ola de manifestaciones xenófobas en Moscú y en otras ciudades de Rusia, en la que grupos ultranacionalistas denunciaron el asesinato de un ciudadano ruso por caucásicos.

Una manifestación de varios miles de personas destinada a rendir homenaje a Sviridov en el centro de Moscú llegó a organizarse el pasado 11 de diciembre de 2010. Ésta degeneró en enfrentamientos de los presentes con la policía, a dos pasos del Kremlin, y en los que hubo una treintena de heridos.

También este viernes, siete sospechosos de estar implicados en esos disturbios fueron condenados a penas de entre cinco y dos años y medio por “desordenes masivos del orden público” y por “incitar al odio racial”.

Dos militantes del movimiento opositor Otra Rusia, el escritor Edouard Limonov y un ciudadano de Bielorrusia, figuran entre los condenados.

En diciembre de 2010, el primer ministro ruso Vladimir Putin calificó el asesinato de Sviridov de “gran tragedia” y guardó un minuto de silencio con representantes de los clubes de fútbol, al mismo tiempo que instó a no dejarse manipular los ultranacionalistas.

Las peleas que implican a hinchas de fútbol son frecuentes en Rusia, donde a algunos clubes se les conoce por su tradición de tener grupos de hinchas radicales, como el Zénit de San Petersburgo, entidad deportiva que sólo recientemente afirmó que lucharía contra el racismo entre sus aficionados.