El huracán Rina perdió fuerza este miércoles al avanzar por el Caribe hacia los balnearios mexicanos de Cancún y Playa del Carmen, en el este del país, donde fue declarada la alerta naranja y se habilitaron refugios.

Rina se degradó a categoría uno de la escala Saffir-Simpson (de cinco) con vientos de 140 km por hora y a las 00H03 GMT del jueves se encontraba a 225 km de la isla de Cozumel, localizada frente a Playa del Carmen, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.

Se espera que por la tarde del jueves el cuerpo del huracán ya esté muy cerca de la zona norte del península de Yucatán, la que atravesaría durante la noche y la madrugada del viernes.

En Cancún, autoridades de la alcadía informaron que se registró la primera muerte relacionada con el huracán, aunque de manera indirecta, cuando un hombre “recibió una descarga eléctrica mientras trataba de desmontar un anuncio” de una tienda en la zona urbana del balneario.

El estado de Quintana Roo (este), donde se encuentran los balnearios del Caribe mexicano y que limita con Belice, declaró en alerta naranja (riesgo alto, acercamiento) a toda su zona costera ante la cercanía del fenómeno y ordenó evacuar a los pobladores en riesgo.

“Se ordenó la evacuación de (la isla) Holbox, calculamos unos dos mil habitantes y unos 300 visitantes”, declaró el gobernador Roberto Borge.

Holbox, al norte de Cancún, es una isla turística que por ser muy angosta suele inundarse al paso de fenómenos meteorológicos. El martes fueron desalojadas 500 personas de Punta Allen, una pequeña península del centro del estado, y unas 300 de Banco Chinchorro, un conjunto de pequeñas islas en el sur, habitadas por pescadores y frecuentadas por buceadores.

Aunque Rina, el sexto huracán de la temporada del Atlántico (de un total de 17 tormentas que recibieron nombre), ha perdido intensidad conforme encuentra aguas frías, sus vientos y lluvias asociados siguen siendo peligrosos para la población costera, así como para las pequeñas embarcaciones, según las autoridades de protección civil y el Servicio Meteorológico Mexicano.

En tanto, la NASA anunció que evacuó a una tripulación de cuatro astronautas de una estación sumergida en el mar a 4,5 km de la costa de Florida, donde se entrenaban para una misión.

La “tripulación sometida a descompresión durante la noche retornará en breve a la superficie. (El) Huracán Rina está preocupantemente cerca”, señaló la agencia espacial estadounidense en su cuenta de Twitter.

En México, los hoteles de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel reforzaron sus ventanas para enfrentar los vientos de Rina, mientras algunos turistas acortaban sus vacaciones e intentaban regresar a sus hogares.

El aeropuerto de Cancún, donde cientos de turistas hacían largas filas, informó que casi todos los 190 vuelos previstos para el miércoles se mantenían sin cambios.

“El transporte aéreo y por carretera se podría afectar por la intensificación de la lluvia y marea de tormenta y vientos” conforme se acerque Rina, dijo en rueda de prensa en Ciudad de México el ingeniero Roberto Quaass, del Centro Nacional para la Prevención de Desastres.

Más de mil refugios temporales han sido habilitados para apoyar a la población, que fue llamada a abandonar los sitios vulnerables.

Doce refugios se han establecido en la isla de Cozumel, por donde los pronósticos señalan que Rina podría pasar la tarde del jueves.

En la zona que podría verse afectada por el huracán viven unas 372.000 personas. También se han trasladado alimentos para atender hasta 10.000 comidas diarias, señaló la Secretaría de Desarrollo Social.

La Comisión Federal de Electricidad anunció que movilizó dos helicópteros a la zona para atender eventuales emergencias provocadas por caídas de torres.