El sismo de magnitud 7,2 que sacudió el domingo la provincia oriental turca de Van dejó 550 muertos y 2.300 heridos, según el último balance oficial publicado el jueves, día en el que empezó a nevar en la zona afectada, complicando las labores de rescate.

El número de personas rescatadas con vida es de 186.

Casi 100 horas después de la sacudida sísmica, un joven de 18 años fue rescatado el jueves por la noche de debajo de los escombros del edificio donde vivía en Ercis (este) y fue trasladado a un hospital, aunque aparentemente en buen estado de salud, según la agencia Anatolia.

Unas horas antes, en esta misma ciudad de 75.000 habitantes, la más afectada por el temblor, otro estudiante, Muhammet, de 19 años, ya había sido rescatado con vida bajo los escombros de un edificio de cuatro plantas.

La felicidad por estos rescates quedó ensombrecida por el anuncio del fallecimiento de Gözde Bahar, una maestra de 27 años rescatada el miércoles en Ercis y que falleció por las heridas sufridas.

Las esperanzas de seguir encontrando supervivientes disminuyen de manera rápida, sobre todo desde que este jueves empezó a nevar en la zona afectada por el sismo, complicando las labores de rescate y llevando más sufrimiento a las personas que perdieron su vivienda.

Mucha gente tiene que pasar la noche en tiendas abarrotadas o, directamente, a la intemperie, alrededor de algunas hogueras encendidas para combatir las bajas temperaturas.

Algunos afectados denunciaron que la ayuda no se está distribuyendo correctamente.

En Van, la principal ciudad de la región, muchas familias decidieron regresar a sus viviendas, pese a que las autoridades advirtieron que los edificios pueden derrumbarse.

El jefe de la Media Luna Roja, Ahmet Lufti Aker, aseguró al canal de noticias NTV que se han trasladado a Van 27.500 tiendas de campaña para dar cobijo a los afectados.

En Van, las excavadoras comenzaron ya a retirar escombros, poniendo así fin a toda esperanza de encontrar allí más supervivientes. En Ercis, un centenar de rescatadores regresaron también a sus ciudades de origen.

Este jueves llegó a Ankara un avión de carga israelí con ayuda humanitaria para las víctimas, anunció la agencia Anatolia.

Israel propuso asistencia a Turquía a pesar de las tensiones entre ambos países, surgidas a raíz del asalto de un comando israelí contra una flotilla destinada a la franja de Gaza, que costó la vida a nueve militantes turcos en mayo de 2010.

Armenia, enemigo jurado de Turquía desde hace décadas por la negativa de Ankara de reconocer el genocidio armenio en la época del imperio otomano, anunció que un avión con tiendas y mandas partirá este jueves por la noche hacia su país vecino.

Arabia Saudita anunció también una ayuda de 50 millones de dólares.

Irlanda anunció por su lado el próximo envío de 600 grandes carpas y 3.000 mantas a Turquía, según Anatolia.

El terremoto del domingo afectó a 700.000 personas en la región de Van, declaró el jueves Huseyin Celik, vicepresidente del partido en el poder, el Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, surgido del movimiento islamista), en una entrevista al diario Milliyet.

El político calculó en 115.000 el número de tiendas necesarias para albergar a los damnificados.

Por ahora, unas 17.000 tiendas fueron enviadas a la región.

Otro sismo volvió a sacudir este jueves en Turquía, esta vez en Yuksekova (provincia de Hakkari), 250 kilómetros al sureste de Van, según el instituto de sismología de Kandilli.

El temblor, de magnitud 5,4 en la escala de Richter, ocurrió a las 08H04 GMT, indicó el instituto. Las autoridades no registraron daños o víctimas.