El francés Aurelien Rougerie fue acusado en los medios neozelandeses este miércoles de haber metido sus dedos en los ojos al capitán de los All Blacks, Richie McCaw, en el último tramo de la final del Mundial de rugby, en la que se impuso el equipo local (8-7), el pasado domingo.

Las imágenes de la cadena Sky Television en Nueva Zelanda mostraron a Rougerie haciendo un gesto con los dedos sobre los ojos de McCaw en los últimos minutos de la final, creando especulación sobre el inicidente.

Tony Johnson, que conduce el programa “Reunion” de Sky Television, en el que aparecieron las imágenes, calificó la jugada de “condenatoria”.

Por su parte, McCaw, que lideró a los All Blacks en el Mundial-2011, afirmó por su parte que se llevó golpe en el ojo, pero dijo desconocer si fue intencionado.

El capitán neozelandés precisó tratamiento médico por el incidente, y se le vio hablar con el árbitro antes de volver al terreno de juego.

International Rugby Board (IRB, órgano supremo de la disciplina), apuntó a través de un portavoz que había pasado el tiempo para poder citar a jugadores.

Antes de salir de Nueva Zelanda, a última hora del martes, el cuerpo técnico del combinado galo se negó a comentar las acusaciones.