India cuenta ya las horas para su esperado y ansiado estreno en el Mundial de Fórmula 1, que tendrá lugar este fin de semana con un Gran Premio en el que el país tratará de demostrar al mundo que está preparado para acoger un evento de esta magnitud.

Greater Noida, una ciudad satélite de la gran capital Nueva Delhi, es la sede de un circuito con el que los indios quieren borrar la mala imagen internacional que arrastran en el aspecto deportivo desde los últimos Juegos de la Commonwealth, donde su organización fue fuertemente criticada.

El Gran Premio de la India es además especial por otra circunstancia menos positiva, ya que será la primera gran cita del mundo del motor desde las muertes del piloto británico de IndyCar Dan Wheldon, de 33 años, y del de MotoGP italiano Marco Simoncelli, de 24, ambos en plena carrera.

“RIP Marco, un talento especial que echaremos de menos. Un saludo a tus seres queridos y en todo el +paddock+ de la MotoGP”, escribió en internet el piloto australiano de Red Bull Mark Webber.

Con la India, la Fórmula 1 vive posiblemente su cita más ambiciosa dentro de las siete carreras asiáticas del calendario internacional, en el Jaypee Greens Sports City, un terreno que incluye además del circuito alojamientos, campo de golf y centros de negocios.

El circuito, de 5,14 kilómetros, lleva por nombre Lord Buddha y los pilotos han podido practicar a través de simuladores, pero están a la espera de poder correr directamente en él, en un gran día para la Fórmula 1 y los aficionados.

La carrera será especialmente importante para el ídolo local, Narain Karthikeyan (HRT).

“Conducir en casa será una gran experiencia. Algo que se vive una vez en la vida, me siento realmente afortunado”, comentó.

Más allá del aspecto deportivo, el Gran Premio ha generado un gran interés entre los responsables políticos.

“Nos tomamos el proyecto de la Fórmula 1 como un desafío. Decidimos hacer un circuito tan impresionante para que la vergüenza de los Juegos de la Commonwealth se olvide y nuestro orgullo quede reinstaurado en el mundo”, explicó Manoj Gaur, presidente de Jaypee Greens Sports City.

Durante un tiempo se temió que el circuito no estuviera listo a tiempo, pero finalmente se pudo acabar, con un coste de 240 millones de dólares (175 millones de euros) y con diseño del arquitecto alemán Hermann Tilke.

Junto al circuito, cómo no, habrá un estadio del deporte-rey de la India, el cricket, que cuenta con una altísima popularidad y que acostumbra a eclipsar al fútbol y al resto de deportes.