El tema de los campos clínicos se está convirtiendo en un dolor de cabeza para las casas de estudios superiores. Mientras los estudiantes de la Universidad Católica de Concepción nuevamente protestaron por esta causa, en la Universidad de Concepción insisten en que se requiere mayor transparencia.

El panorama da cuenta de una licitación en curso por los campos clínicos del Servicio de Salud Talcahuano, que corresponden a los hospitales Las Higueras, Penco-Lirquén y Tomé.

Hubo una adjudicación preliminar, que entregó a la Universidad de Concepción exclusividad en Las Higueras y prioridad en el resto, donde se estaría metiendo por los palos la Universidad Andrés Bello, que tiene carreras asociadas al área de la salud, sin Medicina, pero que la tiene entre sus papeles.

Esto estaría dejando a la Universidad Católica de la Santísima Concepción al margen, según sus estudiantes, dado que la casa de estudios privada habría colocado siete veces más recursos que la UC penquista.

Para los alumnos de Medicina y otras carreras de la salud de esta universidad, la crítica apunta a sus autoridades, por la falta de una inversión más contundente para defender sus prácticas, pero también a lo que consideran un sistema que pone el énfasis en la plata que se coloca sobre la mesa, más que en la relación con las instituciones, según señaló Rodrigo Coronel, vicepresidente del Centro de Alumnos de Medicina de este plantel.

Por otro lado, ahora viene el proceso de acreditación de la carrera en la Católica, y sin estos campos clínicos, acceder a ese plus sería más complejo y aseguran que de esta manera habrá becas y recursos que se perderán.

A esto se suma la pérdida de peso de la carrera en vista de esta situación, aunque hay que recordar que en la Santísima hicieron una inversión millonaria para comprar los terrenos de la ex Mutual de Seguridad, en terrenos aledaños al campus San Andrés, para dar una solución definitiva a esta situación.

Con todo, La Radio consultó al decano de Medicina de la Universidad de Concepción, Raúl González Ramos, sobre su posición en torno al tema, y efectivamente advierte que hay una disputa que se agudiza en la medida que más instituciones ingresan al sistema.

Y más preocupante aún, es que estas verdaderas inversiones las pueden terminar pagando los alumnos, lo que va en dirección contraria a las discusiones que se dan en torno al movimiento estudiantil, por ejemplo.

El doctor González Ramos señaló que se hace imperioso que se transparenten los gastos de los hospitales por prácticas, pero también los aportes de los estudiantes en el sistema.

En cuanto a la licitación en Talcahuano, tras la adjudicación previa de las plazas para campos clínicos, ahora viene la apelación, en un proceso en que la torta se hace cada vez más chica para tantos comensales.