Por problemas en disponibilidad de camas en la UCI del Hospital Regional de Concepción, fue trasladado a Chillán el niño que resultó con gran parte de su cuerpo quemado, tras incendiarse el auto en el que jugaba, quedando en riesgo vital.

El menor estaba jugando fuera de su casa en la camioneta Chevrolet de sus vecinos, en el sector de Tucapel Bajo, y según trascendió, el pequeño de iniciales D.V.D. de 3 años y 4 meses, ingresó al auto por una de las puertas que estaba abierta.

Una vez dentro, comenzó a manipular un encendedor y un spray de silicona, ambos objetos absolutamente inflamables, con los que se habría iniciado el incendio.

Sus padres junto a otras personas, intentaron sofocar las llamas con un extintor, dirigiéndolo sobre el niño, quien resultó con el 30% de su cuerpo quemado, comprometiendo las vias aéreas superiores.

Fue trasladado desde el consultorio de Tucapel hacia el Hospital Regional penquista, donde los especialistas lo asistieron. Sin embargo, se determinó su traslado al Hospital Herminda Martin de Chillán por falta de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos.

En el lugar del incendio, la Policia de Investigaciones, junto a Bomberos, iniciaron las pericias correspondientes. Según el fiscal Guillermo Henríquez, se investigará también algún tipo de responsabilidad de terceros:

El pequeño se debate entre la vida y la muerte en el hospital de la capital de Ñuble.