Habitantes de las inmediaciones del sector de Curaco Alto expresaron su oposición a la construcción de un relleno sanitario en la zona. El proyecto cuenta con autorización por parte de las autoridades ambientales desde 2001 y los vecinos acusan que pasados 10 años hay cosas que han cambiado sustancialmente.

A lo menos esa es la tesis de los denunciantes, en palabras del presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Rurales de Tomé, Omar Loyola; más aun cuando hubo un terremoto entremedio y prosigue la tala solapada de árboles.

A esto se suma el abastecimiento de agua de napas subterráneas de una serie de comunidades aledañas, en un punto que los vecinos consideran que debe protegerse.

Por eso se entrevistaron con el Director del Servicio de Evaluación Ambiental de la Región del Bío-Bío, Bolívar Ruiz, quien aseguró que hasta el momento no hay requerimientos al respecto.

Para la diputada socialista Clemira Pacheco, la disposición de los rellenos sanitarios es un tema no resuelto en el país.

Los vecinos dicen que seguirán apelando a evitar que se instale el depósito de basura en el lugar, porque aunque aún no haya solicitud de permiso, saben que “cuando el río suena, es porque algo trae”.