El embajador estadounidense en Siria Robert Ford, crítico del régimen del país árabe, salió de Damasco por “tiempo indeterminado” a causa de “amenazas creíbles contra su seguridad personal”, anunció este lunes el Departamento de Estado en Washington.

“El embajador Ford se fue (de Damasco) por tiempo indeterminado y Washington tomó la decisión por razones de seguridad”, indicó también un responsable de la embajada en Siria, que pidió permanecer en el anonimato.

La misma fuente aseguró que Washington “estaba preocupado por la seguridad personal de Ford tras (la publicación de) artículos críticos en la prensa” siria.

El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo por su parte que Ford abandonó Siria como resultado de “amenazas creíbles contra su seguridad personal”.

“En este momento, no podemos decir cuándo regresará a Siria”, precisó Toner.

“Eso dependerá de nuestra evaluación de la incitación (a la violencia) del régimen sirio y de la situación de seguridad en el terreno”, añadió.

Desde que comenzó a mediados de marzo el movimiento de protesta sin precedentes contra el presidente sirio Bachar al Asad, el embajador Ford irritó en varias ocasiones a las autoridades de Damasco por participar de algunas protestas para demostrar su solidaridad con los manifestantes pro-democracia.

Ford fue retirado por Washington debido a las intensas críticas de los seguidores del régimen, quienes lo acusaron de ayudar a incitar la violencia en el país.

La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton exigió a finales de septiembre medidas por parte del régimen sirio para proteger a los diplomáticos estadounidenses, luego de que Ford fuera abucheado por manifestantes que habían intentado agredirlo cuando llegaba a la oficina del opositor Hasan Abdel Azim.

Toner señaló que Estados Unidos esperaba que el gobierno sirio cesara su “campaña de incitación” contra el embajador Ford.

La salida del diplomático ocurre luego de que este lunes cuatro civiles murieron en Homs (centro de Siria), víctimas de tiros de las fuerzas de seguridad. Otros ocho murieron el domingo, también en esta misma ciudad y en Hama (norte), según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Según cifras de la ONU, la represión de la revuelta iniciada a mediados de marzo, ha dejado más de 3.000 muertos hasta el momento.