Decenas de miles de profesores, padres de familia y estudiantes desfilaron el sábado en Madrid, coreando consignas como “No a los recortes” presupuestarios en la educación, en su primera manifestación nacional convocada por los principales sindicatos del país.

“No a los recortes en la educación y la salud”, “La educación no es un gasto, es una inversión”, proclamaban las pancartas enarboladas por los manifestantes, vestidos con camisetas verdes, símbolo del movimiento, y agitando balones del mismo color.

Ante la afluencia en la cercana plaza de Atocha, un segundo cortejo se formó para dirigirse hacia la Puerta del Sol, paralizando el tráfico en el centro.

“Se vende – Educación”, denunciaba una pancarta color naranja y negro, similar a las que se ven en los edificios para señalar un apartamento en venta, resumiendo así la cólera de los manifestantes que rechazan los recortes en la educación pública, en beneficio de las escuelas bajo contrato o privadas.

Los manifestantes temen que esta política, aplicada en varias regiones administradas por la derecha, se extienda a todo el país tras las elecciones legislativas del 20 de noviembre, en la que el Partido Popular, de derecha, es dado ampliamente como ganador.

Además de los protestatarios de Madrid, donde decenas de miles de profesores y familias desfilaron ya en las últimas semanas, llegaron manifestantes procedentes de regiones afectadas por los recortes presupuestarios, como Castilla La Mancha y Extremadura.

“Soy un interino desde hace 12 años y mi contrato es renovado anualmente, pero tengo cada vez más colegas que no y están en el paro”, declaró José Antonio Molero, profesor de inglés interino de 40 años, oriundo de Extremadura.

La política de austeridad aplicada por varias regiones españolas, muy endeudadas y algunas de las cuales tienen déficits más importantes que el objetivo de 1,3% del PIB fijado por el gobierno central para fines de diciembre, ha afectado sobre todos los presupuestos de la educación y la salud.