El destino de los contratos económidos concluídos por Rusia con el coronel Gadafi en Libia, como su participación en nuevos proyectos, quedan ahora sometidos a la voluntad de los occidentales que participaron en el derrocamiento del régimen, destacó el viernes el diario ruso Kommersant.

“Rusia deberá ponerse de acuerdo con los países que desempeñaron un papel esencial en la caída del régimen de Gadafi en cuanto al reparto de las riquezas libias”, escribió el diario.

“Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Italia, Qatar, que contribuyeron activamente al cambio de régimen están en primera fila para concluir contratos con las nuevas autoridades” libias después e la muerte anunciada el jueves del coronel Gadafi, prosiguió el diario.

En los últimos años, Rusia había obtenido en Libia prometedores contratos en los sectores de hidrocraburos, ferrocarriles y de la defensa.

“En el mejor de los casos, las sociedades occidentales invitarán a Rusia en tanto asociado. Los británicos, los franceses y los italianos no asumieron tales riesgos para compartir el mercado libio con los países que no participaron en la operación”, estimó el experto Fedor Lukianov, citado por Kommersant.

El emisario del Kremlin para los conflictos en el mundo árabe, Mijail Marguelov, fue más tranquilizador en un artículo publicado en el diario Izvestia.

“Reconocimos al Consejo nacional de transición y efectuamos negociaciones para mantener vigentes los contratos rusos”, destacó Marguelov.

Al abstenerse en marzo en el Consejo de seguridad de la ONU, Rusia había permitido la intervención militar internacional que culminó con la caída del régime de Gadafi.

En varias ocasiones, el presidente Dmitri Medvedev llamó al ex dirigente libio a renunciar al poder y a combatir, pero al mismo tiempo acusó a las fuerzas occidentales de recurrir a la fuerza de manera desproporcionada en Libia.