El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, aseguró este jueves que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional tienen diferencias sobre la respuesta que se debe dar al endeudamiento de Grecia, y advirtió que puede originar un círculo vicioso “peligroso”.

La entrega de un nuevo tramo del préstamo internacional, vital para el país, “depende para Europa de las decisiones del Eurogrupo, mientras que para el FMI depende de la solvencia del país y de la cuestión de saber si Europa garantiza la financiación de Grecia en los próximos 12 meses”, lo que consideró como un “círculo vicioso”, dijo Venizelos en el Parlamento.

El Parlamento vota este jueves el nuevo paquete de medidas de ajuste, imprescindible para la entrega de este nuevo tramo de 8.000 millones de euros, del crédito de 110.000 millones concedido en mayo de 2010 por esos acreedores y que ha puesto en pie de guerra a la población pagana de todos los excesos que han llevado a Grecia a adquirir una deuda colosal que el próximo año rondará el 170% del PIB.

“Vean cómo este círculo vicioso es peligroso. Es necesario que la deuda sea viable y que el financiamiento sea garantizado para que se otorgue el financiamiento y sea aplicado un plan de viabilidad a largo plazo de la deuda pública”, agregó.

Subrayó que la suerte del país será sellada por Europa sobre la base de un “informe de la troika de acreedores sobre el nivel de conformidad” de Atenas con sus compromisos, mientras que el FMI “espera presentar su propia estimación sobre la viabilidad de la deuda griega”.

El informe de la troika, “muy severo”, según él, fue entregado el jueves a los países miembros de la Eurozona, en espera de su publicación oficial.

“La situación es muy frágil”, insistió el ministro.

Subrayó que de la entrega de este nuevo crédito depende la salvaguarda del país contra un cese de pagos.

Estos fondos no deben destinarse a pagar “solo el servicio de la deuda sino también (…) al pago de salarios y pensiones”, advirtió.