La catedral de San Pablo de Londres podría verse obligada a cerrar sus puertas al público debido al campamento instalado por los “indignados” del grupo “Occupy LSX”, anunciaron este jueves los responsables del turístico templo.

Más de 200 personas acampan desde el pasado sábado frente a la entrada de la catedral anglicana, situada en el corazón de la capital británica, para protestar contra el capitalismo, la crisis y el sistema financiero.

Aunque inicialmente los respaldaron y anunciaron su intención de seguir operando con normalidad, las autoridades eclesiásticas creen ahora que la protesta está provocando un “riesgo para la vida de la catedral”.

“El tamaño creciente y la naturaleza del campamento de protesta hace que para actuar de forma segura y responsable la catedral debe revisar ahora hasta qué punto puede permanecer abierta para los miles que vienen esta semana entre fieles, visitantes y grupos escolares”, señalaron en un comunicado.

“¿Es ahora el momento de que se levante el campamento de protesta? Las consecuencias de una decisión de cerrar San Pablo no se pueden tomar a la ligera”, agregó el comunicado.

La catedral de San Pablo, uno de los edificios más emblemáticos del paisaje urbano de Londres, es una de las principales grandes atracciones turísticas de la capital británica, y su cierre sería excepcional.

El templo tuvo que cerrar ya en los últimos días la cafetería y la tienda de ‘souvenirs’, debido a la falta de actividad, según el diario The Times.

La acampada comenzó el sábado, durante una manifestación convocada por el grupo “Occupy LSX” (Ocupad la bolsa de Londres) -inspirado en el movimiento anti-Wall Street de Estados Unidos y en los “indignados” de Madrid-, pero el número de tiendas pasó en los últimos días de unas 70 a cerca de 150.