La cifra de damnificados por las inundaciones en el sureste de México se elevó a 200.000 informó este jueves el gobierno local, mientras el presidente Felipe Calderón anunció que irá a la zona donde las lluvias han anegado 223.000 hectáreas cultivadas.

Roberto López, director del servicio de Protección Civil en el estado de Tabasco, informó que al menos 200.000 personas han resultado damnificadas por las inundaciones que afectan a 16 de las 17 zonas urbanas de ese estado, limítrofe con Guatemala.

López agregó que la situación podría agravarse pues se espera más lluvia el fin de semana.

En tanto la presidencia anunció que Calderón viajará en la tarde de este jueves a la región junto a la directora nacional de Protección Civil, Laura Gurza, para supervisar la atención de la emergencia en la que participan organismos de socorro y miembros del Ejército.

El gobernador de Tabasco, Andrés Granier, expresó molestia por la lentitud de la colaboración federal. “Hay muchísimas comunidades que no estamos pudiendo atender porque nos están regateando la ayuda”, dijo a periodistas.

Villahermosa -capital estatal de 750.000 habitantes- vivió este jueves un respiro tras las fuertes lluvias que comenzaron la semana pasada. Las autoridades han descartado que la ciudad pueda quedar bajo las aguas como ocurrió en 2007.

Sin embargo la emergencia sigue en otras zonas del estado, pues la mayoría de los ríos que atraviesan Tabasco, como el Usumacinta y el Grijalva, están desbordados y se han tenido que abrir varias represas que amenazaban desbordarse.

La Secretaría de Agricultura estimó que 223.748 hectáres cultivadas están anegadas y que 18.000 agricultores podrían perder parte de sus cosechas. Según esa dependencia, en la zona están operativos seguros contra calamidades que protegen por pérdidas que podrían llegar a los 30 millones de dólares.

La temporada de lluvias deja desde julio unos 40 muertos y mas de 450.000 damnificados, según organismos de socorro. Esas cifras son más bajas que en 2010, cuando las mayores lluvias desde que hay registro en México dejaron casi un millón de damnificados, 125 muertos y 4.000 millones de dólares en daños.