El actor británico Rowan Atkinson, que se convirtió en una celebridad mundial con su personaje de “Mr. Bean”, vuelve a irrumpir en el terreno de James Bond al vestir por segunda vez las ropas de Johnny English, el espía más nulo e incompetente de Su Majestad.

“Johnny English Reborn”, del británico Oliver Parker, sale el viernes en las pantallas norteamericanas. La primera entrega de la serie, que salió en 2003, reportó cerca de 150 millones de dólares en boletos vendidos en todo el mundo.

En la nueva versión, Johnny (Rowan Atkinson) debe neutralizar a un grupo de criminales que pretenden eliminar al primer ministro chino, en una misión que le encargan los servicios secretos británicos, dirigidos por la bella Pamela (Gillian Anderson, la ex agente Scully de “X-Files”).

Rowan Atkinson vuelve a combinar maravillosamente un aire de suficiencia, torpeza y colosal incompetencia. “Es un personaje agradable de interpretar, es divertido y humano”, dijo el actor a la prensa en la presentación del filme en Los Ángeles.

“Es un personaje más bien realista. Bastante más realista que James Bond, que al fin de cuentas es una especie de Superman”, agregó. El célebre espía sigue siendo la referencia principal de esta parodia, aunque el equipo pensó un tiempo en inspirarse en la trilogía de “Bourne” con Matt Damon.

“Pero la marca de fábrica de ‘Bourne’ es su montaje y su estilo, que es trepidante, entrecortado y espectacular. Y siempre pensé que eso no convenía a la comedia, que necesita oxígeno, tiempo y espacio”, dijo.

“Mis James Bond preferidos son sin duda Sean Connery, Pierce Brosnan y Daniel Craig. Pero en el que Johnny English se inspira más, es en el de Roger Moore”, señaló.

“Porque el James Bond de Roger Moore tiene una actitud ligeramente más suficiente. Siempre pensé que el primer ‘Johnny English’ era un poco como un James Bond de Roger Moore, con más humor”, afirmó.

Como muchos actores cómicos, Rowan Atkinson no se considera una persona muy divertida.

“No puedo ser divertido hasta que me convierto en algún otro. Hace falta que interprete un papel para ser divertido. Puedo ser razonablemente ligero cuando estoy en compañía de amigos, pero tengo más bien la tendencia a ser serio”, reconoció.

Una seriedad que también tiene en el plató, según Oliver Parker.

Atkinson “necesita tener un universo absolutamente auténtico para su personaje”, explicó el director a la AFP. “Y quiere saber los detalles por los cuales se hacen las cosas de una manera y no de otra. La actitud de Rowan se resume en: ¿Es creíble?”

Es también extremadamente perfeccionista. “Quiere que todo sea absolutamente perfecto”, dijo el director. Por eso desconfía de la improvisación. “Creo que (Atkinson) podría hacer más, pero esto le provoca una sensación de inseguridad. Él sabe que él es quien lleva el filme sobre los hombros y es una persona muy responsable”.

El cineasta explicó el increíble éxito mundial del actor a través de “la precisión extraordinaria de su pensamiento”.

“Él muestra exactamente lo que tiene en mente. Y también tiene un don particular para encarnar debilidades humanas”, observó Parker.

El mismo Rowan Atkinson afirma que representa al personaje de Johnny como si se tratara de alguien serio. “Hay que interpretarlo de forma realista, como si fuera un drama muy serio. Es gracias a eso -y no a pesar de eso- que el humor marcha”, estimó.