Nuevamente la localidad de Santa Bárbara, en la región del Bío-Bío, se ha estremecido con el caso del sacerdote belga Alfonso Gielis acusado de abusos deshonestos en contra un grupo de niños pehuenches en el hogar indígena.

Aunque en 1992 el religioso reconoció las acusaciones, la justicia chilena desestimó los cargos. Sin embargo, ahora los tribunales de Bélgica reactivaron la indagación que ha permitido develar cómo el caso quedó impune y cómo la Iglesia protegió al presbítero.

Escucha aquí la crónica es de Juvenal Rivera.