La suma de votos nulos y blancos en unas inéditas elecciones populares de este domingo para elegir a autoridades judiciales se situó entre el 57 y 60%, según el sondeo a boca de urna de un canal de TV, un resultado que la oposición reivindicó como derrota del presidente Evo Morales.

Los votos válidos para elegir 56 magistrados (entre titulares y suplentes) del Tribunal Supremo, Consejo de la Magistratura, Tribunal Constitucional y Tribunal Agroambiental se situaron entre el 40 y el 43%, informó el canal privado de televisión ATB, a falta de resultados oficiales, que pueden tardar hasta 10 días.

Según la boca de urna, hubo 17% de votos en blanco y entre 40 y 43% nulos. Según el presidente del Tribunal Electoral boliviano (TE), Wilfredo Ovando, los votos blancos y nulos sólo son datos estadísticos y no influyen sobre el resultado final.

Sin embargo, la oposición hizo campaña por anular el voto y consideró ese 40 a 43% como un importante mensaje contra el presidente Morales, un indígena de tendencia izquierdista que hizo campaña a favor de este proceso eleccionario.

“La gran mayoría del país se ha pronunciado contra una gestión caracterizada por la soberbia y el autoritarismo, la ineficiencia y la improvisación, el prebendalismo y la corrupción”, afirmó el líder del centroizquierdista Movimiento Sin Miedo, Juan del Granado, ex aliado de Morales.

“El Movimiento Sin Miedo quiere decirle al presidente Evo Morales que escuche el pronunciamiemto de esa mayoría de bolivianos”, acotó el líder político, y afirmó que ningún candidato puede asumir el cargo de juez porque su elección está “deslegitimada” por los votos nulos y blancos.

Del Granado se perfila como el gran opositor del presidente Morales en la arena política boliviana.

Por su parte el ex candidato presidencial, rico empresario y líder de Unidad Nacional (centroderecha), Samuel Doria Medina, dijo que “el presidente tiene que escuchar este mensaje. El mensaje es, presidente, que nadie es dueño de Bolivia, no puede posesionar a autoridades que no tienen legitimidad”.

Luego aseguró “que el país le perdió el miedo al oficialismo”, luego de que Morales accediera a la presidencia en 2005 con el 54% de los votos y revalidara su cargo en 2009 con el 64% de respaldo.

La oposición, desde la centroizquierda hasta la derecha, había emprendido una campaña para que la ciudadanía anulara su voto, como protesta contra el proceso de preselección de candidatos a cargo del Congreso, controlado por el oficialismo, y contra el mismo proceso electoral, al que tachó de poco transparente.

El presidente felicitó a la ciudadanía por su masiva participación (el voto era obligatorio), admitió la falta de información en el proceso y eludió referirse a los resultados.

“¡Felicidades por esta voluntad democrática!. Fue una primera experiencia. Lamentablemente faltó mayor información, mayor socialización”, pero pese a ello “la participación del pueblo boliviano fue todo un éxito”, dijo el mandatario.

En un breve mensaje a la nación, Evo Morales evitó referirse a los resultados que no lo favorecen y prefirió insistir en que con la participación del pueblo “vamos a seguir mejorando a la justicia”, como parte de los cambios estructurales que impulsa su administración.

Flanqueado por el vicepresidente y por el canciller, Morales, con rostro serio, defendió el proceso de elección de las autoridades del poder Judicial, señalando que “fracasaron quienes intentaron boicotearlo”.

El sociólogo y ex vocal del tribunal electoral Jorge Lazarte dijo a la AFP que “el voto nulo y blanco puede interpretarse como una señal de rechazo a la gestión del presidente Evo Morales, principalmente por el gasolinazo (aumento a los carburantes en diciembre pasado) y el trato a los indígenas” que marchan a La Paz desde hace dos meses contra una carretera.

El gobernante intentó subir el precio de la gasolina en diciembre pasado hasta un 83%, pero luego anuló su medida, tras fuertes protestas en el país. También intentó frenar vanamente, hace tres semanas, una caminata de nativos con el uso de la policía, que causaron 70 heridos.

El analista Reymi Ferreira explicó que el inusual resultado se debe “al desconocimiento de la población (de los candidatos), al rechazo al método de elección (propuesta por el gobierno) y al cuestionamiento del electorado a la gestión del presidente Morales”.