El aumento del reciclaje de ampolletas de bajo consumo usadas limitará el impacto del agotamiento de las llamadas “tierras raras” al utilizar algunos de estos minerales muy buscados, advirtió este lunes el organismo encargado de este sector.

Tierras raras es el nombre que se da a un conjunto de 17 metales indispensables para la fabricación de la mayoría de los productos de alta tecnología -pantallas planas, lectores MP3, vehículos eléctricos, eólicos- y cuyo comercio depende de las cuotas de exportación que concede China, que concentra el 97% de estos minerales.

En las lámparas o ampolletas de bajo consumo, algunos de estos metales –el itrio, el terbio y el europio– están presentes en los polvos fluorescentes que recubren el interior de los tubos de cristal y representan cerca del 3% del peso de las mismas, alertó Récylum.

Esta institución de cariz ecológico, ilustró su mensaje al erigir una falsa mina en el corazón del barrio de negocios parisino de La Défense. “Una mina urbana” que no es otra cosa que una caja gigante para reciclar las ampolletas de bajo consumo.

Hasta ahora, estos polvos son “neutralizados y guardados definitivamente como el mercurio en instalaciones específicamente concebidas para eso”, recuerda el organismo que dirige el sector desde 2006.

A partir de ahora, un nuevo procedimiento, desarrollado por el grupo químico Rhodia, va a permitir reciclar a partir de “principios de 2012″, convirtiendo a Francia en el primer productor europeo de tierras raras recicladas”, agregó.

Esta nueva tecnología permitirá así mejorar la tasa de reciclado de las ampolletas que es actualmente del 95%, gracias a la reutilización de cristal y de las partes metálicas.

La operación realizada el lunes pretende incitar a los franceses a entregar sus ampolletas de bajo consumo usadas a uno de los 19.000 puntos instalados en Francia para ello.

Pese a las cifras en alza, actualmente, solo “un tercio de las ampolletas usadas” son recogidas, recuerda Récylum, cuyo objetivo es doblar esta cifra.