Hasta 6.800 personas pudieron ser expuestas al virus del sida y al de la hepatitis en una clínica de Ottawa en la última década, informaron el lunes autoridades sanitarias canadienses.

El director de Salud Pública de la capital de Canadá, Isra Levy, anunció el fin de semana que una inspección realizada a fines de la primavera boreal había descubierto instrumental médico limpiado sin prolijidad en un centro médico no identificado.

El lunes, tras las críticas debido a la falta de información sobre el caso, Levy dijo en una conferencia de prensa que la clínica ubicada en el este de Ottawa era gestionada por Christiane Farazli, y precisó que realizaba prácticas endoscópicas, incluyendo colonoscopías.

“Estas prácticas ya no se realizan en las instalaciones, que continúan funcionando”, agregó.

Con anterioridad, se enviaron cartas registradas a cerca de 6.800 personas que fueron sometidas a procesos endoscópicos entre abril de 2002 y junio de 2011, pidiéndoles que se efectúen las pruebas del VIH y de la hepatitis.

“La Dirección de Salud Pública de Ottawa cree que hay un bajo riesgo de que los pacientes hayan sido expuestos a la hepatitis B, hepatitis C, o al virus del sida durante las pruebas”, agregó Levy.

“Se cree que el riesgo de infecciones asociadas es menor a uno en un millón para la hepatitis B, menos de uno en 50 millones para la hepatitis C y menos de una en 3.000 millones para el VIH”, agregó.