El capitán de Gales de rugby, Sam Warburton, expulsado el sábado en la semifinal perdida ante Francia (9-8) por un tackle peligroso sobre el wing francés Vincent Clerc, fue suspendido este domingo tres semanas por parte de un comisario de disciplina del Mundial.

El comisario inglés Christopher Quinlan consideró que la falta de Warburton era de una gravedad “media” y consideró que no había ninguna circunstancia agravante para aplicar en este caso.

El tercera línea galés estará suspendido hasta el 6 de noviembre, aunque dispone de 48 horas para decidir si recurre la decisión.

Warburton había sido expulsado por un tackle peligroso, del tipo conocido como “catedral”, sobre el wing Vincent Clerc, en el minuto 18 de la semifinal del Mundial que ganó Francia 9-8.

Esta expulsión provocó una gran polémica en Gales, donde se consideró que el árbitro había sido determinante en su eliminación.

“No es un jugador violento. ¿Por qué arruinar una semifinal del Mundial con una tarjeta roja?”, se preguntó, enfadado, el entrenador neozelandés de los galeses, Warren Gatland.

Hasta el primer ministro galés, Carwyn Jones, protestó por el arbitraje del irlandés Alain Rolland. “Fue una mala decisión, que arruinó el partido”, dijo.

Desde Francia, por contra, se estimó que la roja fue merecida.

“Pueden hablar de injusticia, pero he visto una vez más las imágenes y la tarjeta roja está justificada”, dijo el entrenador de los Bleus, Marc Lievremont.

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