El papa Benedicto XVI anunció este domingo que decidió decretar “un año de la fe” a partir del 11 de octubre 2012, coincidiendo con el 50 aniversario del Concilio Vaticano II (1962/65).

Al hablar ante 8.000 responsables y laicos comprometidos en la “Nueva Evangelización” durante una homilía en la basílica San Pedro, Benedicto XVI confirmó esa iniciativa sobre la cual desde hace un tiempo circulaban rumores en el Vaticano, en momentos en que las sociedades occidentales se alejan de los valores cristianos.

“Precisamente para dar un impulso renovado a la misión de la Iglesia de conducir al hombre fuera del desierto en el que a menudo se encuentra hacia el lugar de la vida, hacia la amistad con Cristo que nos aporta esta vida en plenitud, quisiera anunciar que he decidido decretar un Año de la Fe”, declaró el Papa.

Ese año “comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, y concluirá el 24 de noviembre de 2013, durante la solemnidad del Cristo Rey del Universo”, precisó.

“Será un momento de gracia y de compromiso para una conversión siempre más completa a Dios, para reforzar nuestra fe en Él y anunciarlo con alegría a los hombres de nuestro tiempo”, agregó el Papa.

El Concilio inaugurado por el papa Juan XXIII marcó la apertura de la Iglesia hacia el mundo y la modernidad, con el reconocimiento de la libertad religiosa y el respeto debido a otras creencias. También renovó profundamente la liturgia y la teología pastoral.

Después de ese Concilio, la Iglesia se vio agitada por múltiples movimientos reformistas e iniciativas, en tanto disminuía la práctica religiosa y numerosos curas abandonaban el sacerdocio, acentuándose la división entre progresistas y conservadores.