El fiscal de la Corte Penal internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, inició el sábado su labor de investigación de crímenes en Costa de Marfil en la oleada de violencia que estalló tras las elecciones presidenciales de fines de 2010, que dejó unos 3.000 muertos.

El argentino Moreno Ocampo, llegó el viernes por la noche a Abiyán y prometió ser “imparcial” en su investigación. El fiscal mantuvo el sábado por la mañana una “sesión de trabajo” con el ministro de Justicia Jeannot Ahoussou Kouadio y con los procuradores civil y militar de Abiyán.

“Agradecemos al gobierno por esta invitación” para visitar el país, había declarado Moreno Ocampo ante la prensa tras ser recibido por el primer ministro marfileño Guillaume Soro.

Moreno Ocampo indicó que se reunirá con “las víctimas” y las diferentes partes, oposición y gobierno. Este sábado será recibido por el presidente marfileño Alassane Ouattara.

Los jueces de la CPI autorizaron el 3 de octubre al fiscal a investigar los crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos luego de la elección presidencial del 28 de noviembre de 2010 imputados a los bandos del ex mandatario Laurent Gbagbo y de Ouattara.

Más de 3.000 personas murieron en actos violentos después de que Gbagbo –alegando irregularidades en los comicios– se negara a entregar el poder, según la oficina del fiscal de la CPI.

La crisis en Costa de Marfil se saldó con la detención de Laurent Gbagbo en abril y la asunción de Alassane Ouattara como nuevo presidente el 11 de mayo.

Moreno Ocampo prevé también entrevistarse con el presidente de la Comisión Diálogo, Verdad y Reconciliación (CDVR), Charles Konan Banny, y con partidarios de Laurent Gbagbo, detenido en el norte del país desde abril pasado.

Los investigadores, que ya se han desplegado por el territorio marfileño, “se concentrarán en un número reducido de individuos”, de “todos los bandos”, pues son los que “tienen mayores responsabilidades en los crímenes”, explicó el fiscal de La Haya.

“Deseamos ayudar a Costa de Marfil a avanzar” y “seremos imparciales”, había prometido el fiscal al llegar al país.

Por su parte, la justicia marfileña se ocupará de otros crímenes. Gbabgo, acusado de atentado contra la seguridad del Estado, crímenes económicos y crímenes de sangre, está detenido, así como su esposa Simone y un centenar de personalidades de su bando, civiles o militares.

En cambio, la justicia del país no emprendió aún acciones contra el bando de Ouattara, alimentando sospechas de una “justicia de vencedores”.

Sin embargo, para los jueces de la CPI hay una “base razonable” para creer que tanto las tropas pro-Gbagbo como las pro-Ouattara cometieron “ataques contra la población civil”, especialmente en la capital económica Abiyán, donde según la ONU perecieron unas mil personas.

Según un informe publicado a principios de octubre por la ONG Human Rights Watch (HRW) una docena de personalidades de ambos bandos están “implicadas” en graves “violaciones” de derechos humanos.