Una mansión que un cartel del narcotráfico usó para esconder secuestrados fue entregada a un club que atiende a niños y jóvenes en riesgo de la ciudad mexicana de Tijuana (noreste), fronteriza con Estados Unidos, anunciaron este jueves autoridades.

La edificación se ubica en el centro de la ciudad que hasta 2008 era una de las más afectadas por los crímenes del narcotráfico, y fue dada a un club que asiste a los menores del populoso barrio Camino Verde, de donde provienen la mayoría de delincuentes detenidos en la cárcel local.

Según fuentes de la policía local, en la vivienda fue rescatado hace cuatro años un grupo de siete personas secuestradas por el cartel de los hermanos Arellano Félix y en sus paredes aún son visibles orificios de bala.

La casa “albergará un centro de atención para menores en situación de vulnerabilidad, donde podrán tomar cursos de formación integral, cómputo, asesoría para prevenir adicciones, talleres de arte o practicar deportes”, señaló en un comunicado el gobierno local.

“Sabemos las necesidades que enfrentan los niños y jóvenes de esta comunidad y por eso para nosotros es prioritario trabajar” con ellos, dijo a la prensa Enrique Gamboa, presidente del club.