China contaba con unas reservas en divisas de 3,20 billones de dólares a finales de septiembre, ligeramente superiores a hace tres meses, informó este viernes el banco central en su portal internet.

A finales de junio fueron de casi 3,19 billones de dólares, las mayores del mundo.

La acumulación colosal de estas reservas de cambio refleja el desequilibrio de los intercambios exteriores del país.

China está acusada por sus principales socios comerciales, Europa y Estados Unidos, de mantener una tasa de cambio artificialmente baja de su moneda, lo que favorece las exportaciones.

Su balanza comercial excedentaria no contribuye a la apreciación del yuan, ya que las divisas ganadas por las empresas chinas son en su mayoría recuperadas por el banco central que emite yuanes por un monto equivalente.

La acumulación masiva de reservas en divisas tiene el efecto secundario de alimentar la inflación, que se elevó al 6,1% en septiembre, al inflar la cantidad de yuanes en circulación en el país.

A finales de septiembre, la masa monetaria M2 progresó un 13% en un año, contra el 13,5% a finales de agosto, informó el banco central.

A finales de julio, China había invertido 1,17 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, según datos publicados por Washington, lo que convierte a Pekín en el primer tenedor extranjero de deuda estadounidense.

China se niega a desvelar la repartición entre las diferentes divisas de reserva de cambio que tiene en su poder.