En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de interés en 5,25% anual.

En el ámbito externo, los indicadores de actividad confirman un ritmo de crecimiento lento en Estados Unidos y Europa.

Las proyecciones de consenso para estas economías continúan revisándose a la baja y también se observan recortes de las estimaciones para las economías emergentes.

Los riesgos fiscales y financieros de la Eurozona se mantienen elevados y continúa la incertidumbre acerca de cómo se resolverá esta situación. La volatilidad financiera es alta y las condiciones financieras externas se han tornado más restrictivas.

Los precios internacionales de materias primas han experimentado reducciones, especialmente significativas en el caso del cobre y de otros metales.

Los bancos centrales de las principales economías han adoptado medidas adicionales para agregar expansividad a su política monetaria, mientras en la mayoría de las economías emergentes se han interrumpido las alzas de tasas y, en algunos casos, se han realizado recortes.

En el plano interno, las cifras de actividad y demanda muestran señales de moderación. En el caso del producto, la desaceleración es algo más marcada que lo contemplado en el escenario base del Informe de Política Monetaria (IPoM), lo contrario ocurre en el caso de la demanda.

Las condiciones en el mercado laboral se mantienen estrechas. Los registros anuales de inflación del IPC se han mantenido cercanos a 3% y los de inflación subyacente permanecen acotados. Las expectativas inflacionarias se ubican en torno a la meta.

La profundización de las tendencias observadas en la economía internacional podría configurar un entorno externo más adverso que el contemplado en el escenario base del IPoM, con posibles consecuencias para el crecimiento y la inflación en Chile, así como para la orientación de la política monetaria.

El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias.