Casi 61% de los estadounidenses aprueba la pena de muerte para las personas culpables de asesinato, frente al 64% que lo hacía en 2010, el menor respaldo a este castigo en 39 años, según un sondeo de Gallup publicado este jueves.
Cerca de 40% de los encuestados estima que este castigo no se aplica con suficiente frecuencia, el menor apoyo registrado desde mayo del 2001, cuando Gallup plateó esta pregunta por primera vez.
Además, un 52% estima que la pena capital es dictaminada de una forma justa, frente al 58% del año pasado y al 51% de junio del 2000.
La opinión de los estadounidenses sobre la pena de muerte en caso de homicidio, un tema que Gallup estudia desde 1936, “ha cambiado bastante en los últimos 75 años”, indicó la encuesta.
En 1936, un 59% aprobaba la pena de muerte en caso de homicidio, mientras que un 38% estaba en contra. Entre finales de 1950 y principios de 1970, menos de un estadounidense en dos apoyaba esta práctica, un respaldo que aumentó de forma espectacular en la década de 1980 hasta 1995, con un máximo alcanzado en 1994 con un 80% de apoyo.
Desde entonces, estas cifras no han dejado de descender, apuntó Gallup.
El apoyo a la pena de muerte “está muy politizado”, destaca el estudio. Un 75% de los republicanos y de los independientes cercanos a este partido respaldan este castigo, frente a un 46% de los demócratas o de sus simpatizantes.
Los hombres (64%), los blancos (68%), los residentes del sur (61%) o del oeste de la región central (66%) de Estados Unidos y las personas mayores de 30 años (64%) son más proclives a aceptar la pena de muertes.
El sondeo, realizado telefónicamente entre el 6 y el 9 de octubre, contó con 1.005 participantes de más de 18 años de todos los estados del país.
Esta encuesta fue hecha luego de la ejecución de Troy Davis en Georgia (sur) el 21 de septiembre, un hecho que provocó protestas en todo el mundo. Manifestaciones contrarias también se desataron luego de la ejecución de Teresa Lewis, la primera mujer en morir en manos de la justicia en más de 100 años.
