El presidente estadounidense Barack Obama saludó el miércoles la sanción legislativa de los largamente demorados acuerdos de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur como “una gran victoria para los trabajadores y las empresas estadounidenses”.

Obama dijo que estaba ansioso por firmar los acuerdos, los cuales predijo que darán impulso a las exportaciones y a la alicaída economía de Estados Unidos, y que harán mella en el persistente desempleo.

Los acuerdos “impulsarán significativamente las exportaciones que tienen la orgullosa etiqueta ‘Hecho en Estados Unidos’, respalda decenas de miles de empleos estadounidenses bien pagos y protegen los derechos laborales, el medioambiente y la propiedad intelectual”, dijo Obama.

“Fabricantes de autos, granjeros, rancheros e industriales estadounidenses, incluyendo muchas pequeñas firmas, estarán en condiciones de competir y de ganar en nuevos mercados”, agregó.

Los tres acuerdos fueron aprobados por amplios márgenes a pesar de la férrea oposición de sindicatos históricamente aliados con los demócratas, y de legisladores temerosos de que los acuerdos pudieran acabar con los sectores industriales afectados en sus respectivos estados.