El apertura australiano Quade Cooper tiene una cita el domingo en Auckland, en el duelo de su selección ante los ‘All Blacks’ en semifinales del Mundial-2011, con sus detractores en el país que organiza la cita planetaria.

Cada vez que Quade Cooper (de 23 años y con 33 partidos como internacional) toca el balón desde el inicio del Mundial, sufre abundantes abucheos y pitadas procedentes de las gradas.

“Claro que lo escucho, los ruidos vienen de la masa y sé que se dirigen a mí, pero se debe a todo lo que se ha escrito”, subraya Quade Cooper.

La prensa ha podido contribuir a amplificar un sentimiento que ya existía en la población neozelandesa aficionada al rugby. Porque los medios del país organizador del Mundial se hicieron eco de las disputas entre Cooper, que puede parecer algo altivo, y el icono local, el tercera línea Richie MacCaw.

Todo comenzó en el test-match que jugaron en Hong Kong ‘All Blacks’ y ‘Wallabies’, con victoria australiana (26-24), el pasado 30 de octubre de 2010.

Con el calentón del juego, ambos se hicieron comentarios muy críticos, y en el último partido que disputaron ambas selecciones, que también se saldó con victoria Wallabie (25-20) el 27 de agosto en Brisbane, se vivió un nuevo capítulo de tensión entre ambos jugadores.

Para el público neozelandés, Cooper es un “falso hermano”, al haber nacido en Tokora, en la región del norte del país, en la que vivió hasta los 15 años, para después mudarse a Australia.

“Es sólo una pequeña parte del juego”, trata de desdramatizar Cooper. “Claro que somos los enemigos más próximos a los neozelandeses, pero habrá que acostumbrarse”, añade.

Jugador brillante y líder del ataque de los ‘Wallabies’, Cooper tiene la oportunidad el domingo de hacer callar a sus detractores y sueña con encontrar la inspiración necesaria para llevar a su equipo a la final del Mundial.

Pero es consciente de lo difícil que puede ser para el público local y para los ‘All Blacks’ verle implicado en una jugada decisiva del duelo de las semifinales. “Para ellos (los neozelandeses), sería duro tragar pero estoy seguro que tienen otras cosas en la cabeza que no soy yo”, apunta.

“Tienen la presión de ganar la competición, en su suelo, pienso que estarán concentrados más en el juego que en mí”, sostuvo.

En cualquier caso, Quade Cooper (1,86 metros, 93 kilos) tendrá que hacer frente a los abucheos neozelandeses, aunque en los ‘All Blacks’ han salido a su defensa algunos, como es el caso de Sonny Bill Williams.

“Es una forma de manifestar respeto. Esto muestra hasta qué punto es un jugador con talento”, dijo el insider, que también puede hacer de wing.

No obstante, ese talento tuvo un mal día ante los Springboks en cuartos de final. Cooper se mostró dubitativo en Wellington, y obligó a los suyos a aplicarse en defensa para acabar ganando (11-9).

“Un buen partido pasa por clasificarse a la final. Prefiero dejar de jugar un partido y ganar a firmar el mejor duelo de mi carrera y perder”, señaló Cooper, dispuesto a callar a todos los silbidos en Nueva Zelanda.