Una serie de ataques, especialmente contra la policía en Bagdad, causó el miércoles al menos 21 muertos y varias decenas de heridos, suscitando el temor de un aumento de la inestabilidad en el país antes del programado retiro de las tropas estadounidenses.

Los dos ataques más mortíferos fueron cometidos por kamikazes que hicieron estallar el miércoles temprano vehículos cargados de explosivos contra comisarías de policía de Bagdad, indicaron fuentes ministeriales.

Las dos explosiones se produjeron hacia las 08H30 (05H30 GMT) a pocos minutos de intervalo en los barrios de Hurriya al norte y de Alawiya en el centro de la capital, precisaron funcionarios de los ministerios de Defensa y del Interior.

Según una fuente del ministerio de Defensa el balance es de 19 muertos y 47 heridos. Un portavoz del ministerio del Interior dijo de su lado que había 17 muertos y 48 heridos, entre ellos 13 muertos y 25 heridos en Alawiya y cuatro muertos y 23 heridos en Hurriya.

Se trata de uno de los ataques más mortíferos en la capital desde el cometido contra una mezquita el 28 de agosto que causó 28 muertos.

En Hurriya, la deflagración causó grandes daños en el edificio de la policía asó como en una escuela cercana, dejando en la calzada un agujero de cuatro metros de diámetro y dos de profundidad, comprobó la AFP.

La calle número 42, donde se produjo, estaba cerrada al tránsito desde 2004 a causa de temores de atentados y solo se había abierto en septiembre, declaró Mohammed al Rubaie, un miembro del consejo provincial de Bagdad, presente en el lugar.

El ataque fue cometido mediante un camión cargado de explosivos que intentó en vano penetrar en el recinto y terminó por estallar frente a la entrada principal del edificio de la policía, dijo. Según él, entre los 13 muertos provocados por esta explosión figuran siete policías, entre ellos una mujer.

La explosión de otro vehículo cargado de explosivos en el barrio de Al Alam, al sudoeste de Bagdad, causó tres muertos y 11 heridos, entre ellos algunos policías, indicaron las mismas fuentes. El ataque fue contra un convoy del ejército iraquí en el que viajaba un general.

Una fuente del hospital Al Yarmuk de Bagdad indicó haber recibido seis heridos de Al Alam, entre ellos un oficial de la policía.

Un cuarto coche bomba, igualmente en el barrio de Hurriya, mató a un civil e hirió a 12 personas, entre ellas un brigadier del ejército iraquí, nueve guardaespaldas y dos civiles.

“Estos ataques son un desafío contra Irak y el proceso político ya que los terroristas quieren mostrar que siguen ahí en el momento en que las tropas estadounidenses se van”, recalcó Mohammed al Rubaie.

Asimismo dijo estar seguro de que existe “un apoyo extranjero (a estos ataques) y que hay países que no quieren el éxito de Irak”.

Estos ataques se producen después de que la violencia había disminuido en los últimos meses, en un contexto de inestabilidad por la incertidumbre que planea sobre el porvenir de las tropas estadounidenses en Irak.

En virtud de un acuerdo firmado con las autoridades en 2008, Estados Unidos debe haber retirado sus tropas antes de fin de año, pero Washington trata de obtener que se mantenga un contingente limitado de instructores militares después de esa fecha.