El jefe de un comité del Congreso estadounidense que investiga un programa que dejó entrar armas a México, el republicano Darrell Issa, exigió este miércoles documentos del caso al fiscal general, Eric Holder, a quien acusó de saber más de lo que ha declarado.

Issa emitió una citación legal del Congreso para que Holder y otras autoridades del Departamento de Justicia le entreguen una gran cantidad de documentos relacionados con la operación “Rápido y furioso”, que permitió por meses desde finales de 2009 la entrada ilegal de 2.000 armas a México.

“Los documentos pedidos proveerán respuestas a las preguntas que los funcionarios judiciales han tratado de obviar desde que esta investigación comenzó hace ocho meses”, dijo en un comunicado Issa, jefe comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes.

“Altos funcionarios del Departamento de Justicia, incluyendo al fiscal general Holder, saben más de ‘Rápido y furioso’ de lo que han admitido públicamente”, fustigó Issa.

Holder, quien inició una investigación del operativo que salió a la luz cuando armas ligadas al programa fueron encontradas en la escena del crimen del homicidio de un agente estadounidense, ha afirmado que desconocía la operación.

“No tengo ningún recuerdo de ‘Rápido y furioso’ ni de haber escuchado ese nombre antes de la controversia pública”, afirmó Holder en una carta al Congreso el viernes pasado.

“Es hora de que se sepa toda la verdad”, afirmó Issa.

El demócrata de mayor rango del comité, Elijah Cummings, criticó el inédito pedido de decenas de miles de documentos “sensibles”, lo que a su juicio se asemeja “más a una jugada política que a una recopilación de datos legítima”.

El presidente Barack Obama dijo la semana pasada que tenía “confianza total” en Holder.

El responsable de la ATF (Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos), Kenneth Melson, fue sustituido a causa del escándalo, y un fiscal federal en Arizona dimitió igualmente.

La operación generó roces entre Estados Unidos y México, cuyo gobierno afirma que 80% de las armas incautadas a los cárteles proviene de su vecino del norte.

La violencia del crimen organizado ha dejado más de 41.000 muertos en México en los casi cinco años de gobierno de Felipe Calderón, quien inició una estrategia militar contra los cárteles.