Un total de 23 personas murieron y 116 enfermaron en Estados Unidos desde fines de julio tras comer melones infectados con listeria, en la peor intoxicación alimentaria en el país en más de una década, dijeron este miércoles autoridades sanitarias actualizando los datos.

Los casos fueron reportados en 25 estados, debido a melones procedentes de la firma Jensen Farms, con sede en Colorado (oeste), dijeron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en su último balance de víctimas en el que han aumentado en cinco los estados afectados.

La cifra anterior de casos era de 18 muertos y 100 enfermos. Tras la retirada del producto que se llevó a cabo el pasado 14 de septiembre, se supone que no debe de quedar ninguna fruta infectada en los estantes de ningún establecimiento.

Sin embargo, el CDC avisó de que el balance de víctimas y enfermos todavía puede aumentar. “Todavía se pueden conocer más casos de gente afectada debido al espacio de tiempo que existe entre el diagnóstico y la confirmación del laboratorio y también porque pueden pasar hasta dos meses entre el momento de la ingesta del alimento contaminado y el desarrollo de la listeriosis”.

Los investigadores todavía están tratando de averiguar cómo se contaminó la fruta en lo que autoridades describieron como el primer brote conocido de listeria en melones.

La listeriosis es especialmente peligrosa para los ancianos, las personas con sistemas inmunológicos debilitados y las mujeres embarazadas, a las que puede causar aborto involuntario o muerte del feto.

Aunque los únicos melones relacionados con el brote fueron los cultivados por Jensen Farms, y ninguno de ellos fue exportado a otro país, el CDC ha instado a los consumidores a tirar un melón si no se está seguro de su origen.

“Incluso si comió parte melón y no se enfermó, tire el resto del melón de inmediato. La listeria puede prosperar en el melón a temperatura ambiente y en el refrigerador”, dijo el CDC.

La listeriosis puede causar diarrea, fiebre, dolores musculares y otros síntomas parecidos a la gripe. En la mayoría de los casos, la bacteria se propaga desde el intestino hasta el torrente sanguíneo, pero puede ser tratada con antibióticos.