Investigadores estadounidenses advirtieron sobre un alarmante vínculo entre los suplementos de vitamina E y un aumento de 17% del riesgo de padecer cáncer de próstata, indicó un estudio publicado el martes en la revista de la Asociación Médica Estadounidense (AMA).

El estudio, realizado entre 35.000 hombres durante diez años en Canadá, Estados Unidos y Puerto Rico para evaluar los beneficios de la vitamina E y el selenio para prevenir el cáncer de próstata, mostró que estos suplementos aumentaron “de manera significativa” el riesgo de cáncer de próstata entre los hombres sanos.

“En base a estos resultados y a los estudios más amplios de riesgo cardiovascular y consumo de vitamina E, llegamos a la conclusión de que no hay ninguna razón para tomar esos suplementos ya que no aportan ningún beneficio y presentan, para algunos, riesgos reales”, dijo Eric Klein, uno de los autores del estudio.

Para esta investigación, iniciada en 2001, se formaron cuatro grupos de hombres: uno que recibiría selenio, otro que consumiría vitamina E, un tercero que mezclaría ambos, y un cuarto al cual se le administraría un placebo.

Un total de 620 hombres del grupo de consumidores de vitamina E desarrollaron cáncer de próstata, mientras que 555 personas del grupo que ingirió la combinación de selenio y de vitamina E se enfermaron.

Entre los consumidores de selenio, 575 desarrollaron cáncer, en comparación con los 529 que tomaron placebos.

“Este aumento de 17% del riesgo de cáncer de próstata demuestra el carácter potencialmente dañino de vitaminas aparentemente inofensivas”, dijeron los investigadores.

Los hombres que participaron en este estudio no presentaban un riesgo superior a la media de sufrir cáncer de próstata, el segundo cáncer más común entre los estadounidenses después del cáncer de piel.

Los investigadores no encontraron explicaciones biológicas de los efectos perjudiciales de la vitamina E, pero advirtieron que éstos pueden persistir incluso después de suspender el tratamiento.

De acuerdo con estadísticas federales, 32.000 hombres mueren de cáncer de próstata cada año en Estados Unidos y se estima que en 2011 serán diagnosticados más de 240.000 nuevos casos.