Representantes de trabajadores contratistas de la petrolera canadiense Pacific Rubiales, que en septiembre paralizaron la producción de crudo en los Llanos orientales, desmintieron este lunes que se haya solucionado el conflicto laboral que padecen cerca de 12.000 empleados.

La Unión Sindical Obrera (USO) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) señalaron que un preacuerdo que permitió finalizar las protestas hace dos semanas no soluciona las necesidades de los trabajadores de la multinacional en los campos de Rubiales y Quifa, en el departamento del Meta (centro-oeste).

Las agremiaciones exigieron al gobierno y a Pacific Rubiales cumplir con las peticiones, para “resolver la deplorable situación social y laboral” en los campos de exploración petrolera, que producen unos 225.000 barriles de petróleo diarios (bpd), el 20% del total de crudo extraído en Colombia.

“Aunque es uno de los principales centros de producción de petróleo en el país, tiene alarmantes cifras de inequidad social”, señaló un comunicado firmado por los presidentes de la CUT, Tarsicio Mora, y de la USO, Rodolfo Vecino.

Por su parte, la multinacional -a través de un comunicado- anunció nuevas condiciones laborales para los trabajadores, entre las cuales se destaca el aumento del salario básico, el cual quedó estimado en 1.170.000 pesos mensuales (unos 878 dólares).

Asimismo, anunció la instalación de oficinas de quejas y sugerencias, la reestructuración de las jornadas laborales, y la mejoría del lugar de trabajo, alojamiento, alimentación y transporte, entre otros puntos.

El mes pasado, trabajadores y pobladores de la zona protagonizaron fuertes protestas y tomaron algunas áreas del campo Rubiales, en demanda de la contratación de la mano de obra entre los habitantes de la zona y a su vinculación directa con la compañía canadiense, entre otras exigencias.

Ante ello, Pacific Rubiales estableció una mesa de negociación para analizar las peticiones y buscar la manera de satisfacer las necesidades insatisfechas.