Uno de los peores temores de un conductor es sufrir una colisión frontal con otro vehículo. Se trata de las que liberan mayor cantidad de energía y, no pocas veces, resultan fatales para sus ocupantes.

En esta ocasión, la cámara de seguridad instalada en un automóvil de la policía checa muestra las consecuencias de un adelantamiento imprudente de otro coche, provocando que ambos se estrellen a 70 kilómetros por hora.

Por fortuna, esta vez sólo hubo lesionados. Y hay que destacar la actitud de los oficiales checos quienes, pese a verse igualmente afectados por el accidente, tuvieron como prioridad salir a ver cómo se encontraba el otro conductor.

http://youtu.be/YvZOTC2iEio